El reset es un grado cero en el cual la destrucción evoca a potencial construcción. Es, a la vez, un mecanismo de supervivencia en tiempos de desesperación y es la posibilidad que queda cuando se agotan las anteriores. El concepto de reset es tan tangible y cotidiano en los sistemas operativos como intangible e irreal en la Historia, ya que ésta se caracteriza precisamente por el entrelazado de capas de tiempo que le suceden. Cuando revisamos los 200 años de historia de Colombia y encontramos que más de la mitad han sido años en guerra, fantaseo con empezar de nuevo.

La gestión de la tierra en Colombia ha sido un tema transversal a las seis decadas de conflicto armado y la violencia que ha invadido el país desde su fundación. Grandes extensiones de tierra han sido robadas a las comunidades locales, y la corrupción en la administración de tierras baldías es un problema latente. Según algunas fuentes, el 1% de la población posee el 70% de las tierras agrícolas lo que hace que la distribución de tierras en Colombia sea una de las peores en América Latina. Dado que las divisiones geopoliticas impuestas suelen favorecer ciertas agendas imparciales y con ello generar ciclos de violencias, en la escultura-performance Reset (quimérico), presento tres propuestas de redistribución territorial basadas en el contacto aleatorio entre el barro, la gravedad y el suelo.

Expuesto en: Herencia futura -> La nueva normalidad del Instituto Habanero, 2019,  Liveness itinerarios excéntricos del arte de acción, Museo de Arte Moderno de Bogotá, 2022 y Viceversa, 60 años del Museo de Arte Moderno de Bogotá, 2023.

Colección digital del Museo de Memoria Histórica de Colombia y de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Bogotá